El joven aldeano perdido en la multitud Espera un transporte público El joven hace mucho tiempo perdió la virtud El joven busca como un loco el tesoro púdico En el pueblo la vida era sencilla Se vivía sin muchas complicaciones Sin facturas sin deberes era una maravilla Pero entonces se desconocían las bellas emociones Un autobús vacío y otro lleno Son dos mundos opuestos En el segundo se siente un hombre pleno En el primero viajan los muertos El deseo sexual que permanezca Que no dependa de las estaciones Que mañana cuando amanezca Se despierten las antiguas emociones