Con miedo abrió sus ojos
y solo vio oscuridad,
trató de gritar fuerte
sin permitirlo su debilidad.
Lloró desesperada
pero solo el silencio respondió
y en profunda hondonada
muy pronto se durmió.
Nuevamente en sobresalto despertó
y oyendo el amanecer,
un rayo de sol la iluminó.
En escarlata capullo
a la bella vida brotó
y como alas al viento
su corola desplegó.
En inesperado arrullo
tierna mano la cegó,
deshojando sus sueños todos
cada pétalo arrancó
y entre páginas de libros
sus ilusiones perdió.