Jhon Deivy Torres Vidal

UNA ILUSIÓN SE PRENDE DE MI FRENTE.

Una ilusión se prende de mi frente

y germina de a pocos esparciendo su luz,

sus flores odorosas, y sus próximos frutos

me figuran un camino de ideas y emociones

parecido al encanto de la dicha,

a punto de volverse un acto cierto.

No sé que tan lejano sea aquello

- Ah qué prontas las ansias- que anticipas

con tu sola risa, con tus ojos mirándome

hasta las raíces de mi pena, aquí y así.

Has venido quizás para salvarme

de la soga que ya me ondeaba cerca,

de ese salto terrible que hoy me espanta.

No quiero depender pero dependo

- ya sé que está muy mal- y así ha sido

como he salvado el cuello y la garganta.

Después aprenderemos a querernos 

con pausas y mesura (si hace falta)

Ahora, apenas alejándome del hoyo,

deja aferrarme a ti 

con las pocas fuerzas que me quedan.

Después ya sabremos si ha valido la vida 

o ha valido la muerte.

Si ha valido la dicha o bien la pena.

O si ha valido todo junto, la eternidad compleja.