Ya no tengo nada que darte,
Pues ya te olvidé,
de todas fuiste una banal esperanza.
Que al final del día, me demostraste
que no todas las mujeres
son una mierda.
Y que tú en definitiva no valiste
la pena,
pues hay que seguir la vida.
Porque de todos para ti
fui el peor,
o tal vez el mejor.
Pero la vida sigue,
si tú te vas el mundo
no se detiene.
Sigue girando,
y vendrán mejores cosas para
mí.
Mientras tú estés ausente,
y es por eso que no te debo
nada.
Y es por eso que ya me vales
madres,
¿Sufrir por ti?
Nunca.