Otra vez te hundes en mí.
Despacio,
como el Mar.
El Mar viene y se va.
Es un canto con un ritmo magnífico.
Nos perdemos poco a poco.
A veces el Mar esconde secretos.
A fin de cuentas tiene los nuestros.
El Mar tiene tempestades.
Sabemos bailar en las tempestades.
Es un baile tenso,
sensual.
Y de nuevo la calma en vaivenes.
Una y otra vez.
Las palabras no existen.
Mudos nos miramos
en deleite de sensaciones.
El Mar es nuestro.
Siempre.