“Lo único que me duele de morir es que no sea de amor”.
Gabriel García Márquez
Si he de morir, que muera
entre el tierno vigor de tu regazo,
al calor sugerente de tu cuerpo
y la sutil caricia de tus manos.
Si he de sufrir, que sufra
en el feroz infierno desterrado,
porque me priven de aire tus suspiros,
porque tus viles besos me hagan daño.
Llorar, y en cada lágrima
que surca tibia el rostro demacrado,
la amargura sea el dulce consuelo
que tenga a mis pesares por ufanos.
Pero que de amor sea,
y aunque en mi existencia me halle angustiado,
de felicidad muera
cercado por tu abrazo.