Hay memorias que no son mías
postradas sobre el buró que ya no tengo.
Hay culpas que sobre mis hombros cargo
que no causé, que no padezco.
Hay lluvias que han dejado su río por las calles,
framboyanes que tiñen de sangre las aceras,
sangre roja como la tierra en la que mueren,
tierra que no besa los pasos
y los lleva hasta el centro, los quema
con su estrella blanca.
Y aún honesta mi esperanza de no volver
se acomoda en mi alma la ilusión
del paseo por El Prado con canciones de Benny Moré,
sin que nadie sepa que yo soy de donde soy,
sin que nadie sepa que yo fui de donde son.