Verte así, vestida,
Es sentir una impía traición,
No veo tus senos, ¡La belleza rendida!
Tu pecho cubierto, oculto el corazón.
No hay ropa que no opaque tu hermosura,
Desnuda me encantas, me fascina tu cintura,
Con prendas no eres tú, eres otra, eres carnal,
Y debo esperar hasta que acabe el ritual.
Al tocarte poco a poco, recorro tu cuello,
Se estremece tu piel cuando la toco,
Ricas curvas dimensiono, ensalivo tus bellos,
Me pegas tus senos, me vuelves loco.
Deslizarme por tu boca húmeda,
Recorrer en tus labios sus suaves curvas,
Es abrir poco a poco aquella bóveda,
Que guarda tus hermosas dunas.
Bajar y ver tu pecho cubierto,
Es obligarme a romper tu brasier con desprecio,
Pues encarcelas, tienes a dos prisioneras,
Que buscan mi encuentro.
Por fin cuando logro liberarlas,
Me estremecen, me dejan boquiabierto,
No puedo más que tocarlas, besarlas,
Y perderlo todo en el intento.
Sigo recorriendo el camino,
De pronto aparece tu ombligo,
Tu piel sudando, sabor miel,
Siento una tensión, me mantengo fiel.
Ya no puedo contenerme más,
Tanto sudor, tanta miel, tanta pasión,
Me dices, ¡No me dejes jamás!
Empiezas a buscar mi creciente fricción.
Sin más locomoción,
Bajo a donde se halla tu pantalón,
Un nuevo guardián, nuevo rehén,
Aquellos labios, que anhelan el vaivén.
Fuertemente te abrazo por la espalda,
Te pego a mi cuerpo, deliras,
Te arranco el pantalón, mi mano una espada,
Te excitas en emoción, me tiras.
Tu cuerpo desnudo al frente mió,
El monte de Venus, mi adorado tesoro,
Tu expresión me provoca un desvarió,
Te unes a mí, lo pierdo todo.
Me encanta hundirme en tu monte de Venus,
Hacerte sentir la furia de mis olas,
Ver el vaivén de tus preciosos senos,
Oírte gemir, oírte gritar, siempre pidiendo más.
Y es que ver el golpeteo de las olas,
Alteran la proa, alteran mi timón,
Embeleces mi alma, mi pistilo tomas,
El barco al abismo, perdí el control.
Ahora buscas un poco de dolor,
Me tomas cual esclavo a tu desden,
Te alteras, te entregas con gran furor,
Tus movimientos bruscos, gemidos de placer.
Suavemente siento tú vaivén, pides más,
Vas más despacio, gotas caen de sudor,
Lentamente lo disfrutas y llegas al clímax,
Me gritas, por favor, no me dejes de Hacer El Amor.
Derechos Reservados
Autor: César Alanís Morales
Amigos, les comparto que eh escrito una 3ra revisión de este poema (05/Oct/17), pueden leerlo en:
https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-462911