No te extraño a ti,
extraño como me mirabas.
No te extraño a ti,
extraño tus caricias, tus besos, como solo tu los dabas.
No te extraño a ti,
extraño la forma en que sonreías.
No te extraño a ti,
extraño los momentos bellos.
No te extraño a ti,
extraño tu delicada piel.
No, no te extraño a ti,
solo es tu recuerdo que me dice háblame.
Cada copa de alcohol venía con tu recuerdo,
más nunca el deseo que vuelvas
y ese fue el debate en mi cabeza,
olvidarme de ti y dejarte ir
o recordarte y hundirme en la tristeza.