Ayer, no sé ni porqué
una pregunta te quise hacer,
¿por qué te enamoraste de mí?
sin saber que te podía ofrecer.
Y tú me preguntaste lo mismo
que te diera las razones de nuestra unión,
y para mí el único motivo importante
es que en tus ojos vi el amor.
“Yo en tus ojos vi lo mismo
además de real sinceridad”,
eso fue lo que me respondiste
y era la mayor verdad.
“Te amo porque me amas
porque tenemos la misma ilusión,
disfrutar estos sentimientos
compartir tanta pasión”.
No hay más razones que esas
no tenemos nada que explicar,
lo que estamos viviendo juntos
es de una mística especial.
No hay razones que sirvan
para hablar de esta relación,
porque lo nuestro viene del pasado
con toques de magia y fascinación.
Somos el unos para el otro
sin pensar en nada material,
nos nutrimos de los besos
cuando nuestros labios se logran encontrar.
Nunca tuvimos dudas
ni razones para desconfiar,
nuestros corazones se buscaron
y aquel encuentro no fue casual.
Al final, mis razones para amarte
son las mismas que tú pensabas,
nos amamos porque nos amamos
y ninguna otra cosa importaba.