Eres mi niña preciosa
el manjar de fruta rica
que se aloja aquí en mi pecho
como el azúcar, dulcita;
como la miel destilada
por bella abejita linda,
que habitando mi colmena
su pasito me anticipa
y su sonrisa me atrapa
porque el amor significa
con su carita que alegre
el corazón me acaricia.
Eres lienzo terciopelo
que mi corazón cobija
en la lúgubre tristeza
que muchas veces me tira
como hoja seca del árbol
que golpea la ventisca
y al polvo cae reseca
con la piel que se marchita.
Gracias mi niña agraciada
porque tu vida precisa
dándome su rico aroma
con viento de la colina
que despacio va bajando
porque suave se desliza
por los árboles frutales
que a natura gratifica
con naranjos y aceitunas
con almendro y mandarinas
a la luz del sol temprano
que en tus ojos siempre brilla.
Eres tierna como seda
como flor de Margarita
cuyos pétalos brillantes
son como la luz del día
que adornan vastos jardines
como adornas tú mi vida
de alegrías y emociones
mis andadas peregrinas
porque en tu mirada tengo
la dulzura que me alivia
los pesares y tormentos
cuando cae la llovizna
cuando va veloz el tiempo
y mi mirada cansina.
Entonces con su ternura
y su agraciada sonrisa
agranda los corazones
y nuestra alma ella nos mima
con el brillo que en sus ojos
son los cantos que suspiran
al compás de carcajadas
jugando con su Lolita
la muñeca que en la cama
es siempre la preferida
la que lleva de paseo
con abuelos, tíos, tías
cuando vamos por montañas
disfrutando aquella brisa
los paisajes y colores
y las nubes que caminan
entre árboles tan frondosos
de hojas verdes y amarillas
que disfrutamos contentos
con bendecida alegría.
Vivo muy feliz mis años
con mi hermosa nietecita
que acaricia con sus manos
tersas, suaves, lindas, chicas
mi corazón estrujado
que ya cansado, se oscila,
pero que sigue latiendo
y de puro amor se arritmia
cuando miro a mi pequeña
mi pequeña Fernandita.