Hoy me desperté antes del alba
miré despejado el cielo
pero triste, muy triste
una brisa acarició mi rostro
(sería tu aliento recién desprendido)
quise creer, quise sentir, poder sonreir
en el caótico mundo que el hombre habita
¿Hay un Dios allá arriba? ¿Por qué me no me oye?
Una libélula se posó en mi ventana
(préstame tus alas que quiero salir)
el sol abriendo sus brazos pintó algunas nubes
(nubes que van tan lejos, llévenme a verlo)
porque mi cuerpo de barro necesita calor
para no deshacerse
hoy no iluminará su mirada tan tierna
ni la luna reflejara sus rayos sobre la piel tuya
¡qué lentos son los relojes!
Esta madrugada sofocante
convoqué a los vientos
y ellos concurrieron desde diversos puntos
me hablaron de tierras y mares ignotos
otro día será, es la promesa
en que apenas decline la luz del horizonte
levaremos anclas
hinchando nuestras velas
y por siempre viajaremos juntos los dos nada más
Mas tarde el monstruo despertará del letargo
con su cacofonía de ciudad congestionada
antes de que todo se rompa
antes de que mi epidermis absorba tus últimos besos
antes de silenciase en mis tímpanos la notas del piano
ésta madrugada monótona llamé a las aves canoras
las que embelesaron a Liszt
las que inspiraron a Bach
para pedirles enseñarme a cantar
solamente por tratarse de ti
Amanece despacio y hasta el sol desganado
parece iluminar con tedio este apático mundo
antes de escuchar perjurios y quejas
la frívola risa y el desesperanzado lamento
en mi pensamiento y ser eres constante
porque no hay insoportable dolor
para quien ha recibido consuelo
por tratarse de ti hoy aprendo a orar