Nos empujó el destino
a hilar un amor perenne
Con aguja e hilo rojo
de un extremo al otro
de Oriente a Occidente
Con prudencia las costuras
firmes y apretadas
Cuando el corazón estuvo
listo y el alma se supo amada
La aguja se hizo tizón
el hilo desovilló a la Mujer
esperada y las noches teñidas
de pasión tornáronse escarlatas
#PoetaUrbano