Adelaine Soto Alvarez

LOS SONIDOS DEL VIENTO

La inquietud de la noche

a horcajadas

momentos y puñales a flor de piel

gritan su dolor insondable

 

Los sonidos del viento

chocan con los cristales

tratando de calmar tantos agravios

 

Y ni, aun así

sale la bondad del cautiverio

ni se cierran las marcas

que curte mi gesto

más bien mi mueca

 

Los años perturban mi osamenta

mis ojos luchan incansables

contra los azogues y sus realidades

Y comienzo a transitar

mis accidentes

queriendo que quede lozanía

 

Me aferré a un gorrioncillo

y era una víbora

la que endulzaba mis bálsamos

con patrañas

y otros oscurantismos

 

Juramentos placidos

despampanantes

lanzabas en mis oídos

y por otro lado

el látigo dando

creyendo preservar con él

la confianza perdida

el sueño roto

el temblor de la primera noche

 

Sin darse cuenta de que de eso

sólo queda el polvo

suspendido en el aire

 

Mi rostro mustio

roto

tal vez ni rostro quede

 

La memoria aturdida

la presencia apagada

el corazón en pausa

 

A veces pienso

que es mi mejor versión

de la hecatombe

aunque las quebraduras sean gigantes

y solamente se escuche

una clave de sol

Perdida en la penumbra