Después del amanecer viene el gran desafío
que hago con este río y esta hermosa montaña
me levanto por la mañana a surcar por este albedrío
que me ha dado
mi señor el de la bienaventuranza.
Toda la naturaleza todo el rocío
me llena la vista de esperanzas
todo irá bien en Dios confío
y me embarco con la labranza.
Es un lugar de grandes desafíos
y hay que tener mucha pujanza
para no caer en el vacío
surcando con la templanza.
Todo está por descubrir
todo viene con alguna alianza
con mi manera de concebir
mi forma de vivir a ultranza.
Respiro el aire viril
y miro a lontananza.
Soy feliz.
Sin mudanza.