No hay camino que se cierre a un creativo,
ni muralla que no se parta y
siempre habrá una idea que la atraviese.
No hay sueño que no florezca
ni prejuicio que lo aniquile.
El alma del creativo revolotea en sentimiento,
viaja al pensamiento y crea monumentos.
Un creativo duerme para soñar,
sueña para vivir,
vive para expresar.
Para un creativo el fin es el inicio,
el caos un momento y
el silencio yacimiento
de vida nueva, de nueva obra,
de aquí y de ahora.
Cuando se enamora se arriesga;
porque ama gana.
Se tatúa de esperanza y
se dibuja a su manera.
Vive el amor a color,
conecta presente y futuro
nostalgia y vitalidad,
noche y luz,
brevedad y eternidad;
hace de la vida poesía.
De la experiencia hace letra,
de la letra hace vida,
de la vida hace AMOR y
del amor hace ARTE.