Ya se escuchan
los tañidos
del misterioso
campanero
¡brujo compañero!
domador de las horas
en el tiempo sacrosanto
sermón y anuncio
miedo al sortilegio.
La noche se calma
negros los arbustos
en la hacienda luminosa
...Marìa y José Manuel
¡prescinden del Hotel!
Cálidos ambos
como agua termal
repican los malambos
del placer carnal.
El badajo muy erecto
golpea sin dolor
sublime su efecto,
sonoridad del amor.