Klore

A medias

El mundo es una especie de cabreo.

Hoy me he despedido del aire

y me ha molestado que no devolviera

el adiós, dejándome atravesada

esta incertidumbre de escarcha.

Me han robado la mitad de la noche,

tengo fe en la otra mitad

como en que nos veamos

de nuevo en esta mala función de teatro,

círculos de actores

que desconocen su papel

pero hablan.

Que se apaguen las voces de una vez,

solo quiero oírme temblar de nervios y anticipación.

Miradas furtivas, ¿no?,

pues miradas furtivas e incomprensión,

que así sea.

Nada en las doce de la noche,

nada en la una de la madrugada,

nada en el vaso ni en su callado cristal, o en el fondo del cajón de la semana

por mucho que alargue la mano,

nada y pocas cosas más.

Apagar la mente y escribir un poema,

eso estoy haciendo por los poetas muertos,

lo único que me queda              en la otra mitad de la noche.