Por un momento…
Te tomo del brazo
y te doy un beso
como si nunca nos
hubiéramos apartado,
contamos miles
de historias
intrascendentes
para reírnos como locos.
Por un momento…
Te digo que te amo
y murmuras al oído
palabras que derriten
al corazón y al alma,
mientras caminamos
por un sendero que
parece interminable,
de oro enmarcado.
Por un momento…
Nos abrazamos
y me lleno toda
de tu aroma a mar,
me arruya el latido
nacido de tu pecho,
se acaban las palabras
reinando el silencio
en una eterna paz.