Desde aquel gran día que te miré,
de tí muy enamorado quedé;
de tus ojos que son como estrellas
y tu mirada la más bella;
tus palabras las más dulces,
como el canto de aquellas aves,
como el viento entre las nubes.
Son tus caricias
las más suaves;
las más cálidas,
y tu presencia
la que me alegra el día.
No te he podido olvidar,
recostado en mis pensamientos
de aquellos bellos momentos
que ya no quiero recordar.
Imaginé,¿contigo podre estar?
con tu suve voz de ángel
y tu mirar, dulce como miel.
Un día más
y ya no puedo más,
ya no puedo soñar,
mi alma no puede pensar
en esta fría realidad.
©Alberto Quesada Espinoza (Poeta Provinciano) Todos los Derechos Reservados