Carlos Hector Alvarez

Hoy te recuerdo

Tu voz, inconfundible 
me llega como un eco 
nacido en la montaña
y regodea  mis oídos. 
El eco repite incesante
la dulce melodía 
que solias entonar,
tontamente enamorada 
Sus notas las grabé , 
con letras indelebles. 
Jamás podré olvidar las citas 
de amor que a mi lado susurrabas, 
apasionándome, con los besos 
que guardabas celosamente 
para mí, con sabor a cerezos. 
Como nada es eterno, un día 
nuestro amor se esfumó
en la bruma del enojo sin perdón
Hoy, agradezco a la montaña
por ésta hermosa fantasía, 
que me devuelve el eco 
con la ilusión de tenerte
de nuevo junto a mi-