Era una linda sirena
que en la noche se peinaba,
su larga melena rubia
en las rocas de la playa.
En la bahía atracó
un barco de la marina,
y la sirena curiosa
míraba la maniobra.
A la cubierta asomó
un marinero ¡divino!
que a la sirena embobó
robándole el corazón.
Todas la noches salia,
la sirenita a cantarle
su linda canción de amor
a su marinero amante.
Pero una noche de luna,
el barco levó sus anclas
y la pobre sirenita…
¡solita quedo en su playa!
Nadó detrás de su amor,
pero el viento de levante
llamaba a la sirenita…
¡no lo hagas por favor!
¿Dónde vas bella sirena?
si tu amor a tierra va,
y tu cola plateada…
en tierra no sabe andar.
Vuelve a tu mar sirenita,
donde tu cola divina
con sus escamas de plata
por esas olas camina.
El marinero en su barco
lloraba por su sirena
de cola blanca y brillante
y su rubia cabellera.
¡¡Qué pena tienen los dos!!
la sirena y el marino,
ella pertenece al mar
Él, a tierra ¡que castigo!
Pero en las noches de luna,
la sirena y el marino…
se dan un beso de amor
en ese mar ¡infinito!