Quiero volar de nuevo, hasta el infinito cielo, que mis invisibles alas no se detengan, no se detengan jamàs ... ¡oh noche! entra en mi cuál vagabundo errante, en medio de éste camino largo y corto al mismo tiempo... ¡oh noche ! la palabra miente, habla de una brisa tenue que se calla y se llena de calma, de luz... estoy sola, la soledad del hombre es dulce y amarga al mismo tiempo. un canto celestial apacigua mi sendero y en él me embriago y me miro en su mirada, andantes de estas horas vividas y no vividas al mismo tiempo.
Quiero correr y recorrer por el estupor de un viento que mueve mis cabellos y acaricia mis mejillas, ¡ oh Dios ! dame tu mano, dame la luz y la constancia, dame la abundancia de tu amor, para viajar con él hasta tu encuentro y mirarte largamente y mirarme en tus pupilas y escuchar tu voz constantemente. Quiero pasear con mi pensamiento y regocijarme en el tiempo, para cantarle a la vida, y abrazarme a la muerte... Estrella desconocida que tortura al pensamiento, como la nada y el todo, como la luz y la sombra, como la noche y el día... como su vida y la mía.
Autoria:
Xiomara Hidalgo.
Nota: Aún durante mis ausencias, les llevo en el pensamiento, en el alma, en cada nuevo amanecer, queridos amigos de éste hermoso portal que nos une, porque somos de alguna manera los soñadores de alegrías y tristezas, sin diferencias vanales, nos une, el sentir del poeta que le canta a la poesía; nos une Dios que jamás nos desampara.