No sabía dónde anunciarlo,
si en los anuncios por palabras de un diario
o con unas octavillas por el barrio.
Me decidí por un letrero
que me cubre el corazón
bordeando sus molduras
con ribetes de ilusión,
que se erige en pregonero
anunciando mi locura,
que tenía esta inscripción…
-Se busca-:
“Una historia de pasión,
un camino de emociones
que transite la vereda
del amor.
que me deleite la vista,
que pernocte entre las sábanas de seda
de una gran funambulista
que no tema ni los riesgos ni el exceso.
Lo que busco es ese beso
que se oculta tras la luna,
el peligro y la aventura,
mil caricias, más ternura,
el ardor de una epopeya,
eso es, la busco a…ella.
Busco a esa que me acepte la propuesta
indecente y deshonesta
de una dulce travesura,
que me baile una bachata
y me roce sutilmente,
que me mire fijamente
con el celo de una gata.
Que me coma con los ojos,
se desnude sin rubor,
y huyendo de los miedos
se atiborre de valor
y del amor haga una fiesta…”
Si eres tú, “porfa”, contesta…