José Luis Barrientos León

Eres

 

Eres, promesa de lluvia que ingenua en la noche remoja mi hombría

Entre la niebla y el vaho que silentes abrigan pasión y suspiros

Hasta aquietar en tu pecho, las ansias y anhelos con tibias caricias

 

Eres, sonido del tiempo que atado a tu cuerpo se mide en latidos

La mirada inocente que entre penumbras advierten el torso desnudo

Colmando de terneza y besos furtivos, la luna y el alba

 

Eres, el viento y la estrella que entre penumbras irradian ternura

La hierba del campo, el río y el bosque que añora mi alma

Para reposar los cansancios, la vida y las ansias del tiempo que expira

 

Eres, la brisa marina que inocente y crédula dan paz a mis alas

Para volar al horizonte que desde la distancia me ofrecen tus labios

Exculpando piadosos mi sed y quebrantos

 

Eres caricia furtiva, la bruma en la cima de tus pechos angélicos

La nube de encanto que entre las sábanas abraza mi espíritu

Para olvidar los fantasmas que en las memorias se muestran cautivos

 

Eres camino insondable, distancia insalvable, espuma y arena

Roció de aurora, que humedece mi palma en tu vientre clemente

Hasta convertirnos en fogata que incendia la espera , el alma y la  piel.