Tan solo de acordarme del mañana
se me eriza el deseo, se vuelve fría
la esperanza, las fotos,
el sillón, las paredes, el duelo
de tener que sepultar en el pasado
la incertidumbre que me espía;
me esperan los recuerdos, un cuaderno
maltratado, tres camisas, los anhelos
y mi bufanda gris. ¿Serán tácitas,
ilusión, calma, encanto, alba, dicha?
si en franca rebeldía
del desamor que abraza con olvido
olvida saber qué hace mal,
que su presencia
es nula, intolerante, descastada
y solo se asemeja, por ejemplo,
a la desdicha
o a un pasado extrañamente ciego.
Espero que mi sueño sueñe
que la noche se viste de consuelo.
Autor….reh