Adelaine Soto Alvarez

TEMBLORES

 

No es tiempo perdido

Al contrario

Comencé adolescente

En medio de una asfixia

Espeluznante

Me temblaban los ojos

Las manos

Y la voz

También las piernas

Dobladas como zancos

Penetraban la marea

Con ganas de morir

Aquella madrugada

Donde me di cuenta

Me invadía el otoño

Frente a mi

Las rejas y el martirio

A la espalda

El puñal más certero

Los perros ladraban

En un dialecto extraño

Mi alma sucumbía

Atada a aquella tabla

De madera podrida

A la izquierda la borrasca

A la derecha las ondas celestes

Metidas en el agua

Ahí fue donde comenzó

El miedo a los espejos

La mente en paranoia

Nadie podía detenerme

Corría y corría

Detrás iban los galgos

Sepultando sus patas

Me detuve

Y miré …

Yo también sepultaba las mías