Ron Alphonso

Amanecer treinta y uno

Amanecer treinta y uno

Solo sé que seguiré a tu lado,
mi Monita de la vida,
mi Morita de amor.

Cuando el cansancio me agobia,
miro alrededor y entiendo,
que el tiempo me dió la razón,
que somos tu y yo,
buscando la paz,
que Dios me fortalece cada mañana,
cuando solo he estado recostado,
dos horas, a medio dormir
y que lo único bonito...
es que casi siempre sueño contigo,
haciendo las cosas que planeamos
y me siento feliz de verte tan alegre
y pienso que quizá tu vienes,
cada noche a contarme esa historia,
a cambio de mi compañía,
pero sabes que te prometí estar siempre
y asi será, guardaré el cansancio,
los achaques
y la misma muerte,
para cuando mi tarea de acompañarte termine,
y ya no haya nada por hacer,
entonces partir tras de ti, mi amor.

He aprovechado las deferencias de enfermería,
al permitirme,
con instrucciones previas,
realizar algunos procedimientos que te dan bienestar
y te abrazo fuerte contra mi pecho,
te digo mil te amos al oido,
sé que te gusta,
te calmas,
tu respiración se normaliza,
tus ojitos se cierran
y se que como tantas veces,
hubiéramos querido que la película terminara ahí,
pero este drama continúa
y vale lo que sea,
porque te tengo,
porque tu tibia piel me recarga de energía,
de amor,
de vida.

Tantos abrazos y mimos
y los mejores han sido estos postreros,
quizá por la incertidumbre,
que cada uno, puede ser el último
y no me entristece pensarlo,
me aferra mas a ti
y te apríeto mas
y tu carita de serenidad,
me dice que te gusta,
Dios nos dará lo justo,
El siempre con nosotros.

Ron Alphonso
25 de enero 2021