Robas a mi Alma
Por delante de mi cuerpo vá mi alma,
dando luz en mi camino oscuro,
y tú, sólo usted, no calma mi sed con dulce miel,
robas a mi alma señora soledad,
cuando de mí me dejas en total desolación,
y en una oscura soledad no brilla mi luz,
cuando en derredor no abasteces a mi alma,
por una luz en que el sueño hiere como una cruel pesadilla,
¡no despiertes mis ojos sin mi alma,
no desparrames mi soledad sin luz,
no hieras a mi piel con espinas de rosas!,
si robas a mi alma con la luz de tu propia alma,
si caigo en la tempestad me levanta mi alma,
y si muero de sed nada más que en ser sedienta por un beso,
si no me das lo que calma mi alma con un silencio,
sabrás que moriré por ese beso que no me das de tu alma,
porque sencillamente robas a mi alma,
dejando inerte su luz en tí y no en mí…
señora soledad…