NO HAY DÍAS SIN TU VOZ
A esta hora
ya no hay días sin tu voz
y no hay tiempo sin tu imagen.
Por cada rincón de mi cuerpo
tus caricias dejan huellas;
y es la brisa, el dulce beso
de tus labios –rojos carmesí–
el acontecimiento perfecto
que da alegría a mi vida.
LMML.