Y fue tu voz
sonando en el recuerdo
quien me llamó.
\"¡Ven a mi lado,
preciso de tus besos
y tus caricias!\"
Fueron susurros,
suspiros de tus labios
que recibí.
Sin más palabras,
te tuve entre mis brazos
en un instante.
Fuimos al parque,
buscamos a la fuente
y a las palomas.
Luego, en la playa,
mezclamos con la arena
nuestras pisadas.
Los dos, felices,
vivimos y soñamos
sin darnos cuenta.
Y se saciaron
la sed y las pasiones
mal contenidas.
Luego dormiste,
tus ojos se cerraron,
junto a los míos.
Rafael Sánchez Ortega ©
11/09/20
(Es como cerrar los ojos y soñar con esa voz que esperas, que necesitas, que tiene aquello que tú quieres y ansías, y entonces, tras esa súplica, ese ruego, llega la voz \"sin palabras\" y te llena, te llama, te rescata de las sombras y te hace vivir un momento inolvidable en el parque, en la playa, en una comunión casi perfecta de las almas, para acabar cerrando los ojos, y quedarse dormidos con una sonrisa en los labios.)