Ha llegado el otoño silente
y se caen del alma los sueños;
mas con todo y las nieves que trae,
el mío conservo.
Es quimera que siempre la tuve
de mirar la justicia sonriendo;
que camina las calles altiva,
con paso sereno.
Y la miro que lleva el martillo
que impondrá se respeten derechos;
los que tienen manchados de sangre,
tiranos perversos.
Libertad la acompaña a su lado
con espada brillante de acero;
que será la que corte cadenas,
que oprimen los pueblos.
Y las dos con radiantes miradas
llenarán de alegría los pechos;
que sus llantos mantienen callados,
en triste silencio.
¡Es entonces que habrán alboradas
que vendrán con las luces del cielo;
a brindarnos con rayos celestes,
fulgores excelsos!
Autor: Aníbal Rodríguez.