Jhon Deivy Torres Vidal

NUESTROS LABIOS AÚN...

Nuestros labios ajenos y propios

se han visto muchas veces cerca,

se han saludado con sonrisas y gestos,

se han hablado, han insinuado sus secretos,

han querido tropezar y caer uno hacia el otro,

han pronunciado en el tumulto mil excusas,

se han mirado de reojo,

se han quedado observando lentamente,

densamente,

cuando ya no hay otros labios que murmuran;

nuestros labios empezaron a verse hace tan poco,

pero aún no conocen el tacto, la humedad de sentirse,

el calor de tocarse y confundirse,

en fin, no se conocen todavía

en la justa medida del afecto

que no tiene unidades de distancia,

solo aquella unidad que identifica

en un mismo misterio de existencia

dos almas que se entregan a la vida.

Nuestros labios ya pronto romperán

los delicados límites que ellos han tejido únicamente

para impedirse el peligroso salto

que les haga confundirse para siempre...