De noche, llegas a mi mente,
como nitido recuerdo
tus besos me acaloran.
pasado idílico,
de faz el corazón,
se extiende ingente.
Agostado
este corazón,
a la imponencia de la oscuridad
el alma ya tranquila,
busca refugio
en un hálito de lidenza cada noche