La dificultad de decidir por quién se debe precipitar, \"Las cartas hechas al fuego\" y la columna de los besos junto al rincón donde estaba aquel cuerpo. Sobre una esponjosa y suave cama de pasiones y deseos un trabajo lleno de todo el talento. \"Un día un ratón se levantó\" bajo por la ciénega el ratón buscaba acción. Aprendió sobre su camino, a medida que seguía sus instintos. Aprendió de todos sus amigos, muchos perecieron de camino a la ciénega del olvido. La ciénega que era conocida como el final de cada ratón que seguirá vivo. Aquel ratón siguió su camino al llegar sobre el paso de los perdidos, concreto la realidad que podía mantenerlo vivo, siguió adelante sin pensar en el fin ni en el principio. Así dejó de lado sus sueños y deseos fingidos.
Era un ratón, era muy pequeño para escalar la gran piedra que se oponía a cualquier gran pasión, cualquier gran pasión que un ratón pequeño pudiera tener. Nadie pasaba por ella a menos que tuviera el corazón de piedra, dejando todo atrás, la vida que conocía, la familia que tanto quería, todo se olvidaría y la ciénega nunca lo recordaría. Llegando a la puerta nunca se preguntó si podía retroceder y ver de nuevo su hogar al que tanto amo. Decidió seguir a sus hermanos por el camino solitario, hicieron de la gran piedra pedazos y muchos lograron lo que habían planeado, dispuesto a cruzar la ciénega del olvido nunca se lo evito. Llegó a destino y al llegar nunca más de él se habló.
Lcrnc