Detrás de la mirada tentadora
se esconde del amor su fantasía;
que tiene la preciosa melodía
que acuna la ilusión arrolladora.
Sus rayos iluminan como aurora
con una suavidad que inspiraría,
la péndola divina de Thalía
que emana poesía soñadora.
Por eso la pupila incandescente
atrae de manera misteriosa;
lo mismo que un farol fosforescente
que atrae a la nocturna mariposa,
que vuela por su entorno locamente
queriendo capturar su luz preciosa.
Autor: Aníbal Rodríguez.