La huella que dejamos
caminado en la nieve
es huella que despierta
y muere sin que nadie
la vea nuevamente.
La huella se amontona
pero se va de pronto,
no la vemos de nuevo
si el tiempo que ha pasado
la cubre, la destruye,
la deshace al momento
no la deja que quede,
la derrite sin miedo.
La huella que nos cruza
mi destino y el tuyo
es huella que queremos
que quede y la veamos,
mostrándola a los otros
tomados de la mano,
pero el destino oscuro
que es amigo del tiempo
la deja que se muera,
la barre con el viento.
la lluvia del verano,
o el hielo del invierno.