Escribo de la belleza de su sonrisa,
sincera, una expresión llena de esmero,
brindando a mi ser su calor,
incluso en el día más frío de invierno.
Escribo de la belleza de su voz,
jamás brusca sino llena de llaneza,
aportando apoyo y consejo
para mejor lograr nuestras metas
Escribo de la belleza a despertar
con sus susurros de cuentos de amor
de nuestro viaje a las cumbres del placer,
nuestros cuerpos entrelazados en armonía
Pero sobre todo escribo
de la belleza de su mirada,
tentando con su encanto
mi ser entero en cautiverio
En la neblina de horizontes nuevos
nuestros caminos se perdieron,
pero aún su presencia me acompaña,
en mis ensueños veo su inolvidable mirada
David Arthur ©®