Jordan Sanchez

Siglo XXI


Creo en estás 48.989515654 ideologías,
en estas estructuras políticas inquebrantables,
en las leyes que hacen mi nación grande
como ninguna otra, sin duda en la libertad,
la del individuo que piensa por sí mismo.
Así como creo en la dulzura de estos edificios,
me encanta que no dejen pasar la luz del sol.
Es decir, qué molesta esa luz cuando te entra en los ojos,
qué molestas esas aves cuando ensucian mi hermoso porsche,
producto de alta ingeniería, de la mano del hombre.

Nada mejor que pasear por las avenidas de mi hermosa ciudad,
con todos esos anuncios de cosas que no sabía que necesitaba,
con esos productos que sin duda alguna resuelven mis problemas;
Esos modelos de gente que estoy seguro que todos debemos ser,
sin excepción.
Qué alivio saber que todas esas compañías, benditas, inmaculadas,
se preocupen,
se preocupen por mí, por  mi familia, por mis amigos, por el mundo.

Entonces  uno respira, y no hay duda de que todos estamos conectados,
tenemos ahora la posibilidad de ir de un lugar a otro,
comprar, comprar, o… quizá saber el clima, con un clic,
por supuesto, desde la comodidad de un ordenador (y el móvil)
¿por qué mirar el cielo?
despeinarse  las ideas, cuando ahí en la pantallita puedes verlo.
Mira qué bonito, el cielo azul, y si no te gusta, bueno, ahora puede ser  amarillo,
ya todo es posible.

Amo, de sobremanera, casi desquiciada, por supuesto,
el poder llegar  a casa, el silencio de una mujer que no sabe mi nombre,
de esos hijos que  huelen a pubertad, de muebles viejos de hace una semana,
ah pero, me pierdo y entonces recuerdo que es la hora esa serie,
esa serie, mmm, de ficción, sí, de cosas imposibles.
Qué viaje este que tengo ahora mismo, sin mover ni un pie.
Luego termina, apago la luz, que me deja ver detrás de la oscuridad,
cierro los ojos que miran sin duda un mundo fantástico,
y duermo, feliz de abrazar la modernidad.