A los 33 mineros, atrapados en la mina San José - Chile
Gritos de silencios
Se me socava el fondo de mi alma
que me perfora los latidos y el corazón,
me ahogo en un aire lleno de tristezas
y me desangro desde el fondo de aquel dolor.
Y pienso en aquellos compatriotas
que entre minerales y temor,
sepultados luchan por sus vidas
por la codicia de un patrón.
Gritos de silencios sólo se escuchan
gemidos de angustia y desesperación,
desde el fondo de aquellas rocas
y desde el fondo de mi corazón.
Qué nos hace sentirnos semidioses
arrancando las entrañas de la tierra
para sembrar mansiones de riquezas,
si al fin de la jornada triste sólo cosechamos
llantos de familias que maldicen sus pobrezas.
Que la madre tierra escuche las plegarias
que el corazón de hierro no comprenderá jamás,
y que devuelva al fin a estos mineros
a los brazos de la vida
y a la riqueza verdadera
de sus familias.
Valentino Malatesta