Voy por mi ciudad como un relámpago
entre miradas turbias y labios que nada dicen
Sobre el asfalto la terrible ansiedad
y algunos que van en círculo sin saber su destino
Y yo que también voy con la pupila inmóvil
me recuesto al andén de cualquier transeúnte
Mi ciudad se parece a un retablo sin suerte
donde los animales apestan silenciosos
esperando que el pasto se duplique
Sonidos de vehículos fuera de todo escrúpulo
muchachas deambulando sobre sus pantorrillas
cansadas de llevar la cruz entre las piernas
También van alfombrados con cristales oscuros
y hasta chapas blindadas ajenas a los perros
que habitan como moscas
Hasta el viejo que vende estampas y oraciones
dejo de extender su mano misionera
y ahora permanece callado y mal vestido
con el estómago ebrio de tanta podredumbre
En las estrechas calles comercios y condados
sometidos al dólar
al dólar y al martirio
Dicen que allí se exhiben baratijas y alhajas
todas comercializadas para la buena suerte
pero no para el que deja el sudor sobre el fango
y agrieta la piel de apisonar la tierra
Los parques dejaron de brindarnos su sombra
sus bancos languidecen de soportar los vicios
los llantos
los agravios
el hambre y tanta queja
Y los fuertes arbustos han pedido sus ramas
de tanto cobijar los gemidos del viento
¿Dónde está la piedad se preguntan los hombres
dónde esta la piedad se preguntas las piedras
existe la ciudad
o existe su recuerdo?
¿Fue fundada hace siglos…
fue fundada …o a muerto?