Porque mis ojos ya no son mis ojos desde que te vieron y ahora solo buscan encontrarse con los tuyos; porque mi sangre ya no es mi sangre, porque en mis venas ya no fluye nada más que tu líquida mirada; porque mis manos ya no son mis manos, porque ya solo construyen para ti; porque mis oídos ya no son mis oídos, desde que ya no quieren escuchar nada más que tu voz; porque mi boca ya no es mi boca desde que no quiere más alimento que no sea la tuya; porque mi corazón ya no es mi corazón desde que ya no late por mí, sino para ti.