Me desgarraron las manos,
Pero jamás las caricias,
Me quitaron el olfato
Mas tu fragancia está viva;
Mi gusto lo arrebataron.
Pero la llama encendida
De aquellos besos sagrados
Sígueme dando alegría;
Mis ojos quedaron ciegos
Y muy sordos los oídos,
Sin embargo, los momentos,
Permanecen aún vivos
Como tu ser y mis sueños
Se han vuelto luz y sonido…