Confines De Una Diosa
Ya perdí mi cordura a tus encantos sutiles,
ni pizca de temor, o tardía compunción.
Mis ojos pardos frente a la lumbre de candiles,
se rindieron sin ninguna lucha, a tu razón.
Siendo yo tu más fácil presa, así te relames,
orgullosa, al centro del humedecido lecho,
mi sudor roba tu calma, te clama que me ames,
Tu juicio ya perdido, ahora sí me aprovecho.
Mi cordura yo reclamo, y hoy tu voluntad,
cual plasticina en mis manos, en joya moldeo.
En pleno traqueteo, tienes mi lealtad,
y en trueque singular, ya no sé ni que canjeo.
No patrones, no planos a seguir y no esquemas,
nuestro amor libre, queda atado, bajo los fines
trazados por nuestras rebeldías más postremas.
¡Diosa mía, soy tuyo, sujeto a tus confines!
Tommy Duque
Oct-23-2020
Riverview, Michigan