Guardián De Ángeles

OH NOCHE, DILE QUE ME CANTE...

Oh noche, noche sublime, en la que mi luna me canta.
Oh noche dile, una y otra vez dile, que cante ente los jazmines una bella canción para mí, que mi alma gime.
Dile que esperé muchos abriles para comprobar que ella es real, anda dile, para que con su canto mi alma vibre.
Dile noche, que me entone ese canto sublime donde diga que soy su todo, que lo grite, que lo cante…
Por favor ya mismo dile, dile, dile...
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Es la noche fiel aliada, ella me cubre con su manto en esta desvelada espera, aguardando la llamada, ese timbre en mi cielo de la tarde acabada que con entusiasmo anuncia: tu llegada.
Vienes hacia mi piel oscura, blanca, toda blanca, y me estremezco por completo, se espanta el silencio que me habita desde la mañana, y la noche me muestra tu vestidura alba.
Es la noche nuestra confidente, es ella el hada que me llevó a ti de forma inesperada, y desde esa primera noche agraciada, más nada espero, nada quiero, nada, nada... que sólo ver tus ojos en una noche eternizada.
***
Arrancar un trozo de mi alma, sólo eso puedo…
Mi centro vital te aclama, aunque parece que la dicha es arcana.
Yo te entrego el frenesí donde se bañan mis ansias de ver tus ojos.
En esta agitada calma se apaciguan mis campos y enloquecen mis ramas.
Nada tengo para darte, oh mi excelsa soberana, más tan sólo este trocito de mi alma.
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No puedo prometerte un reino de gloria, y sin embargo mi gloria eres tú.
Mi alma llora, llora mi alma sin tu luz.
Mil suspiros su vuelo remontan, remontan el vuelo como un ejército de suspiros hacia tu boca.
No tengo para ti un reino de zafiros, mi reino está hecho de suspiros que por tus labios imploran.