Francisco 1987

Días de alegría e incomprensión

El mundo está de cabeza

literalmente...

ya nada fue igual desde la muerte

de Lucía de La Puente

y los abismales gemidos de los asnos

repelían las exhalaciones de los policías

reventaban los prostíbulos donde los bebés

dibujaban carritos y animales de cartón,

ya nadie dormía desde la era del hielo

y yo solía escupir a los lagos secos y emocionados

solía tocar mi piano en cementerios de felicidad

los muertos me aplaudían a rabiar

y reían y hacían chistes que yo no entendía

eran días de alegría e incomprensión