Yaces inerte
Esperando la eternidad
Entre sombras y silencio
Callado estas
Solo esperas la hora
En que puedas despertar
Puede ser mañana
O una eternidad
A tu sepulcro
Lo acaricia el viento
Y el aroma de violetas te acompaña
Más tú solo sientes, el frío de tu morada
Hoy te extrañamos como nunca
Hoy te lloramos amargamente
Y cada mañana que pasa
Es como un hierro candente
Que lacera el alma, muy lentamente.