Vivimos en un amplio mundo
centro orbital de nuestros deseos
peripatético tras el ocio jocundo,
ahorro de metas y lujuriosos doneos.
Concedemos tiempos a pensados logros
postergando asunción de la inmediatez
fagocitosis del niño eterno por los ogros
disipado el lucro espiritual de la sensatez.
Dilación campante y frívola de lo efímero
sin gozar el encanto venturoso de la lucha
que caen los almanaques del acoso austero,
displicencias de la fe que no se la escucha.
Buscamos la bioesfera errática por fuera
-ciegos radares a la introyección del interior-
no hogar vital de alas de amor de la albufuera
en regocijo de todas las respuestas , la mejor.
No esperar, actuar, que el mañana es imprevisible
fofa intemporalidad que solo carga presunciones,
celestes ficciones post mortem de dudoso calibre
pues aquí y hoy no se conocen veros los guiones.
Ambiciones y miedos crean libelos y teogonías
ingenuas génesis soterrando temores terrenales,
para los homo sapiens necesarias las ideologías
en medio de sus más gozosas fiestas lupercales.
No huyas y clama escéptico por tus brujas
y corta las cizañas con el filoso escarpelo
rodeado tal como estás de tantos granujas
y no olvides las redes de tu creíble cerebelo.
La albufuera está plena de amor solidario,
aguas salinas, dulces de nutricia prodigalidad
ritual de los viajeros en el migrante calendario.
Detén tu camino un segundo.¿Allí está la verdad?