Le pongo a los bellos momentos
que sueño
los besos salados que gustan mis labios
con la roja sangre
que fluye en tu boca
y la fina rosa
que emana tu carne.
Y a la madrugada
despierto contento
de haberte querido
y ver que te tengo
que estás a mi lado,
¡real!
¡y te siento!