Ma, el sol resplandece
nuevamente para mí
la brisa me acaricia
con tus flores de alelí.
La vida está haciendo
que mi alma pare de sufrir
ya no puedo parar
de sonreír y sonreír.
Mi pilar está sanando
ya lo tengo aquí
la puedo abrazar y besar
diciéndole: Sos mi querubín.
Ma hermosa y soleada
intensa lluvia de amor
tus manos quiero en mi cara
para sentir tu suave olor.
Y así poder tenerte
aunque el tiempo pase sin cesar
metida en mi corazón y mente
con esa intensa luz que me das.
Cantamos nuestra canción
mirándonos y riendo sin parar
y abrazando esta hermosa vida
que como premio Dios nos da.
Te amo Ma
juntas, nada nos puede doblegar
ya estás en casa, ahora te puedo mimar;
longevo roble, de sombra y reciprocidad.
La vida es bella a tu lado.
Gracias! Eternas gracias Ma por estar.
Yamila.